Más de una vez me he preguntado cómo comportarme ante personas intransigentes. Al principio me frustraba ver cómo cada vez que intentaba actuar con clara educación y adecuada verborrea no servía para mi propósito. ¡Serán cabezotas! ¡Ni me escuchan! ¡Qué se habrán creído! No había manera de hacerles cambiar por más que lo intentara. ¿Qué hacer entonces?… ¡Ya está! ¡Cambiaré yo! No perderé el tiempo intentando cambiar lo que no puedo cambiar. Trabajaré mi propio cambio. Eso sí depende de mi. La obstinación del otro solo la podría cambiar el otro y no yo. Pues bien, me propuse una serie de pasos que llevaría a la practica inmediatamente. El primero sería «regular mis expectativas». Eso es. Lo haré al estilo de Sylvia Hath. Me diré «si no esperas nada de nadie, nunca te sentirás decepcionado». Pero esto suena algo exagerado, ¿no? Quizás, solo debería emplearlo ante personas intransigentes. Vale, cuando me encuentre delante de uno de ellos no esperaré convencerle. El segundo paso es, sin duda, el «control de mis emociones». Que tenso me pongo cuando veo que choco con un muro de ladrillos y que no conseguiré lo que busco ante el intransigente. Recordé que la tensión genera tensión. Me relajaré, sobre todo los músculos de la cara, respiraré y, después, hablaré. Una vez con el dominio de mi mismo el tercer paso sería «no brindar demasiada información». Seleccionaré el argumento más fuerte que pueda ofrecer para transmitirle mi deseo o petición. Sé que mucha información en forma de razones son interpretadas, a menudo, como excusas. La comunicación debe ser clara y precisa. A estas alturas, «no me lo tomaré como algo personal». Este será mi cuarto paso. La idea de ¿por qué me tiene que pasar a mi? no funciona. A lo largo de mi vida ya me ha pasado antes. Ya he tratado con intransigentes. Casi todos han pasado por situaciones parecidas, con personas así. Además, esto puede reflejar victimismo. Los intransigentes no actúan con el fin de fastidiarme a mi, lo hacen porque son así. Por último, «le haré saber de su intransigencia», basándome en el punto anterior, ¡ellos son así! Lo haré sin ser agresivo en mis palabras, haciendo hincapié en su comportamiento. Les diré que sus formas me están causando un problema. Quizás esta observanción pueda hacerme penetrar su barrera. ¿Y que hago si esto no me funciona como en tantas otras ocasiones me ha pasado? Pues…me dirigiré a otra persona, no me rindiré. Al fin y al cabo es a mi a quién interesaba resolver el problema desde el principio.
Cerquita está la Navidad y cerquita está el fin de año. Desde el Gabinete de Psicología Arroyo-Nervión queremos mandaros un mensaje navideño. Sin dejar de perder de vista la realidad social donde nos encontramos en estos momentos difíciles y, siempre desde el más estricto punto de vista del espíritu de la Navidad, una vez que hemos repasado los 365 días que para nosotros abarca la Navidad exponemos: Que sin rubor, podemos decir que hemos cumplido con un amplio porcentaje del esfuerzo que se requiere, a cualquier persona, para mantener de manera suficiente los «valores positivos» que durante años nos han venido transmitiendo nuestros antepasados, familiares y amigos y que han hecho que nuestro día a día haya merecido la pena. Siguiendo con la premisa que reza «la vida es un precioso regalo» nuestro compromiso para el año que entra irá dirigido a mantener el amor, la comprensión, la felicidad, la entrega, el esfuerzo, la constancia, la superación, el compañerismo…como guía para 2014. Nuestras «amplias navidades» del próximo año serán vividas tras haber recogido la excelente cosecha que cada persona nos ha transmitido y haciendo de cada error una lección de vida que nos permita seguir disfrutando de todas vuestras enseñanzas. Dedicaremos a los «malos valores» el tiempo estrictamente necesario y la atención que merecen con el único espíritu de superarlos. Por esto, queremos mandaros con una sonrisa, de todo corazón, y un profundo afecto hacia vosotros que habéis estado ahí, un gran…¡FELIZ NAVIDAD!
Consecuencia para la salud de una alimentación desordenada.
La vida actual es muy estresante y llena de ocupaciones que hacen que tengamos poco tiempo para todo incluso para seguir una dieta saludable.
Gran cantidad de personas tienen una alimentación desordenada o malos hábitos alimenticios debido a su estilo de vida. La mayoría cree que no le provoca alteraciones en la salud pero esto no es correcto.
Una mala y desordenada alimentación provoca efectos negativos en la salud después de un tiempo.
Los malos hábitos alimenticios mas frecuentes son:
-no desayunar regularmente
-comer poco en el almuerzo y comer mucho en la cena
-comer mucho y luego hacer ayunos
-comer en diferentes horarios
-hacer ejercicio sin comer antes
-no cenar
-comer comida chatarra o pre hecha frecuentemente
-comer deprisa o en poco tiempo en el almuerzo
Estos hábitos incorrectos no llegan a ser patologías en si mismas pero son negativas para la salud y nutrición del cuerpo.
Las consecuencias en la salud de tener una alimentación desordenada son:
-obesidad y sobrepeso
-enfermedades cardiovasculares
-falta de energía y fatiga
-malestares digestivos
El cuerpo debe recibir entre 5 y 6 comidas al día, en horarios regulares y cantidades similares de comida para funcionar correctamente.
Es muy importante el equilibrio en las comidas para mantenerse saludable y en un peso adecuado.
Si se quiere seguir una alimentación balanceada se debe cocinar comida casera y natural aunque sea sencilla para poder obtener los nutrientes necesarios que requiere el cuerpo.
Se debe tratar de diagramar una rutina que permita tener tiempo para poder comer tranquilamente y cocinar los alimentos en forma adecuada.
Con una alimentación ordenada y balanceada se puede mantener una buena salud.
Una persona puede hacerse a sí misma feliz o miserable independientemente de lo que esté sucediendo «fuera», tan solo está cambiando los contenidos de su conciencia. Todos conocemos personas que pueden transformar situaciones desesperadas en desafíos que superar, simplemente por la fuerza de su personalidad. Esta capacidad de perseverar a pesar de los obstáculos y retrocesos es la cualidad que la gente más admira en los demás y con justicia, porque es probablemente el rasgo más importante, no solo para tener éxito en la vida, sino también para disfrutarla.
Hay una frase que aprendí sobre la felicidad y que ha marcado mucho mi forma de entenderla. La frase dice lo siguiente: nacemos para ser felices y aprendemos a dejar de serlo. Según John A. Schindler » la felicidad es un estado de la mente, en el cual, nuestro pensamiento goza de la mayor parte del tiempo». Está claro que, cuando algo se puede definir de forma breve y sencilla… es mejor hacerlo así. Cometer el error de definir la felicidad como algo difícil y que requiere tiempo y esfuerzo, es situar la consecución de la felicidad tan lejos que ni siquiera nos plantearemos conseguirla. Cualquier persona «en sus cabales» no busca en su bolsillo las llaves del piso que no tiene. Es más, esto no le creará ninguna frustración. Por tanto, lo lógico es aspirar a conseguir aquello que de una forma u otra creemos a nuestro alcance. Concluimos pues, si el hombre busca la felicidad es porque es consciente de que puede conseguirla. ¿Es posible que la frustración que tenemos, en numerosas ocasiones, nos esté avisando que la felicidad es posible y está más cerca de lo que creemos? Pues entonces… aprende a ser feliz.
Este artículo lo he extraido del blog de farmacia. Hay opiniones de todo gusto. Quienes lo defienden y ven solo bondades en su uso y los detractores que dicen que perjudica la salud. A mi me gustaría que cada uno opinara a partir del conocimiento y no se dejara llevar por modas, rumores o informaciones sesgadas. Este que os dejo aquí es claramente opuesto a su uso. ¿Qué opinas tú?
Desde su creación el cigarrillo electrónico no deja de generar polémicas y criticas. Los fabricantes lo presentan al cigarrillo electrónico como un método para dejar de fumar o como una forma de fumar más saludable con respecto al cigarrillo convencional.
Pero hay mucha discusión y opiniones encontradas ya que el cigarrillo electrónico no puede ser catalogado como un producto saludable.
Hay 2 tipos de cigarrillos electrónicos lo que poseen nicotina y los que no contienen esta sustancia nociva y adictiva.
Los que tienen nicotina afirman que es menor la cantidad que absorbe el cuerpo y los cigarrillos que supuestamente no contienen nicotina no se sabe exactamente que sustancias tienen porque no esta regulado al no ser ni un alimento ni un medicamento este producto.
Hay diversos estudios científicos que afirman que:
-El cigarrillo causa la misma mortalidad que los cigarrillos convencionales
-En los cigarrillos electrónicos con nicotina no desaparece el riesgo de padecer cáncer
-Es peligroso para la salud el uso de cigarrillos electrónicos como con los cigarrillos convencionales en ciertos grupos vulnerables como embarazadas, mujeres en periodo de lactancia, jóvenes y personas con enfermedades crónicas
-No desaparece el riesgo de sufrir enfermedades pulmonares por fumar con el cigarrillo electrónico
No hay certezas de que el cigarrillo ayude a las personas a dejar de fumar ni que sea menos dañino para su salud ya que contienen sustancias químicas que pueden resultar toxicas.
El cigarrillo electrónico no es un producto saludable por lo que algunos países lo prohíben y otros autorizan su uso pero advierten sobre los peligros para la salud.
A medida que nuestros/as hijos/as van creciendo deben ir aceptando las normas no por miedo a las consecuencias negativas o en espera de un premio, sino porque lleguemos a convencerlos con nuestras explicaciones. A esto se le llama «disciplina razonada». Esta disciplina tiene como propósito el enriquecimiento educacional de los niños/as, con razonamientos de los padres, dirigidos a explicar por qué se acepta una petición y, sobre todo, por qué es rechazada una demanda o es exigida una determinada conducta.
Esta disciplina razonada se diferencia de otras disciplinas inadecuadas: la disciplina autoritaria («porque yo lo digo») y la disciplina negligente («haz lo que quieras con tal de que me dejes tranquilo/a»). Ahora, depende de ti elegir la que creas más conveniente, no lo que sea más fácil para ti. Yo probaría con la que le fuera mejor al desarrollo educacional de mi hija por difícil que me pareciera al principio.
En principio, puede parecernos difícil que de los peores momentos de nuestras vidas podamos sacar algo de provecho. Hay numerosos escritos que nos dicen que es en esos malos momentos donde la vida te ofrece las mejores lecciones. Sobre todo, pienso yo, que será porque nos deja marcada una huella con pocas o ninguna posibilidad de ser borrada. Sacar el máximo partido a las dificultades que nos presenta la vida, en esas situaciones de crisis, puede depender en gran medida de las decisiones que adoptemos y con la actitud que la enfrentemos. De hecho, estas decisiones,pueden ser cruciales para el devenir de nuestras vidas. Adoptar una actitud positiva nos haría encarar con entusiasmo y valentía el acontecer diario. No olvidemos que cuando las cosas nos van mal, en muchas ocasiones y a modo de ejemplo, con respecto a la amistad, podemos descubrir con quien podemos contar de verdad. Empezar a hacer cosas que dependan directamente de nosotros y que solo podamos hacer nosotros, como ser fuertes y levantarnos tras la dura experiencia, podría ser un buen comienzo camino de la superación.
Es verdad que a todos nos habrá pasado alguna vez. A veces los buenos amigos desaparecen de nuestra vida. Cuando desconocemos los motivos podemos llevarlo como si de un rechazo se tratrara. El malestar se incorpora en nosotros. Podemos llegar a sentir que nos ha dado la espalda sin ninguna explicación y eso nos deja desconcertados. ¿Qué hacer entonces? ¿Podemos superar ese vacio? Siempre. No quiere decir esto, que olvidemos a la persona, el lugar que ocupó mientras permanecimos unidos o que tardemos en recuperarnos. Cada uno tiene su ritmo. Nuestras características individuales y la fortaleza que la relación tuviera marcará la salida hacía la normalidad en nuestras vidas. Pero la vida continúa.
Hay que luchar por todo aquello que tiene solución hasta el final. Si crees que mereces algo harás todo lo lícitamente posible para conseguirlo. Solo con la idea de merecerlo no basta, también, se requiere de un esfuerzo. Acostumbrados a ver cómo levantan títulos los campeones pensamos que es fácil conseguirlos pero se nos olvida que detrás de la aparente facilidad está el duro esfuerzo.